Me había hecho el propósito de eludir algunos temas a raíz, entre otras cosas, a algunos insultillos recibidos por aclarar cosas sobre la demanda que junto con mis amigos SEBASTIAN GONZÁLEZ (RICARDO PÉREZ), JORGE SALCEDO, JAIME ARAUJO Y YO interpusimos y ganamos, para que le devolvieran la personería jurídica a la UP, siempre con la claridad de que ésta tiene como objeto exigir la reparación simbólica e histórica para con esta colectividad política víctima de genocidio. Nunca lo hicimos con intereses electorales.
MI propósito, sin embargo, flaquea al leer lo dicho por Aida Avella. E primer lugar debo decir que los demandantes no estábamos representando a ningún partido, lo hicimos como ciudadanos colombianos. En segundo lugar me aterra que ella como representante de la UP y candidata vicepresidencial por este partido haya olvidado la Plataforma Política del mismo. Allí si hay algo que convoca es la nacionalización de los recursos nacionales, la demanda de reformas laborales, judiciales, fiscales, siempre resaltando el derecho y la dignidad de los trabajadores colombianos, los del agro, los de la industria, los informales, si hay un principio rector de la Plataforma de la UP es la reclamación de derechos para todos, incluida la guerrilla; sí esa población también en su mayoría de origen campesino que se ha armado por cuestiones históricas, sociales y políticas, esa que a la hora de hablar de dolores y actores se le olvidó a Aida, raro pues si mal no recuerdo la UP nació precisamente del acuerdo entre el Estado Colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Otra cosilla que pienso no se habló mucho en la "ciudad internacional" donde vivió Aida, pero que yo que no he salido ni siquiera a Chía puedo comprender, la mayoría de los trabajadores informales -trabajo por demás digno, muy digno- en primera, segunda y tercera generación son desplazados de las tierras que se apropiaron muchos, esos sí delincuentes, aunque algunos de ellos con trabajo fijo y bien remunerado, con la aquiescencia, apoyo y colaboración de las fuerzas de seguridad del Estado, esas que Jaime Pardo Leal solo concebía como protectoras de las fronteras.
Aida que le pasa, por lo que sé la mayoría de Upeistas provienen del partido comunista, lo cual los ha hecho punto de mira de quienes defienden otro modelo: el capitalismo.
Por favor una cosa es que quiera ser vicepresidenta de cualquier partido que por intereses electorales asuma, adopta y juegue con discursos demagógicos, pero otra muy distinta es la responsabilidad que le imprime decirse representante de la UP, colectividad que merece respeto.
Sin otro particular, amando como amo a la UP, VOTARÉ EN BLANCO, pues no puedo respaldar una candidatura que niega su propia historia, que es la que la hace fuerte, pero sobre todo digna.
Jeritza Merchán Díaz